La tienda de campaña tiene sus raíces en la historia antigua.
Los primeros vestigios se encuentran en la Edad de Hierro, donde se utilizaban grandes huesos de mamut y pieles de animales a modo de sencillo refugio.
Construcciones más desarrolladas con el empleo de la lona han estado en uso desde el año 600 dc. Característica de la vida nómada, proporcionaban abrigo temporal a las personas que se desplazaban, siendo muy utilizada por pastores y con fines militares.
Con el tiempo, fueron ganando ligereza, lo que facilitó su transporte para poder instalarse y volver a desmontarse de nuevo. La peculiar tienda Tipi, famosa por su forma de cono, fué utilizada por los nativos americanos y se convertirá en el origen de la futura concepción de la tienda de campaña actual.
Basándose en el diseño del Tipi tradicional, en 1856, un oficial estadounidense, Henry Hopkins Sibley, realizó un diseño más moderno y práctico, creando un prototipo mejorado en forma de campana, de ahí el término “bell” en inglés. En lugar de 12 postes alrededor de un mástil central, lo redujo a un solo mástil y usó la tensión en el lienzo para crear las paredes de la tienda, ampliando su capacidad y facilitando el montaje.
A lo largo de la historia las tiendas de campaña han ido evolucionando, mejorando en confort, funcionalidad y estética. Sin embargo, no importa cuánto hayan mejorado, una cosa sigue siendo cierta…….
Nos proporciona ese desvío inmediato de la vida real, llevándonos a experimentar esa sensación de aventura y escape, de contacto con la naturaleza. Quizás nos permite sentir una continuidad con nuestros antepasados que pasaban sus vidas vagando por las llanuras durmiendo bajo las estrellas siempre protegidos por sus robustas y sofisticadas defensas de lona.
En la actualidad la tienda de campaña bell tent reaparece en el mundo de los campamentos glamurosos, bajo la denominación de Glamping.